Continúan los coletazos por los hechos de violencia en el partido entre Independiente y Universidad de Chile por Copa Sudamericana. Lo que mantiene el partido cancelado y a la espera de la decisión de Conmebol.
El paupérrimo operativo de seguridad terminó con un centenar de hinchas azules detenidos y varios más heridos de gravedad. Los que incluso todavía se mantienen en Buenos Aires.

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Pero la indignación vino minutos más tarde, cuando la madrugada del jueves -y a menos de 24 horas de lo ocurrido en las galerías- el Presidente de Independiente, Néstor Grindetti viajó a Paraguay a reclamar el triunfo por secretaria.
Desde medios trasandinos se informó que el presidente del Rojo llegó hasta las oficinas de Conmebol, pero no se reunió directamente Alejandro Domínguez.
Por su parte, Michael Clark y la directiva de Azul Azul decidió mantenerse en Buenos Aires y acudir en ayuda de los hinchas detenidos y lesionados tras la barbarie registrada en el Estadio Libertadores de América.
El telefonazo de Pablo Milad
Es ahí donde aparece la figura de Pablo Milad. Así lo revela La Tercera, quien detalla que el mandamás del fútbol chileno llamó directamente a Alejandro Domínguez.
Según el medio citado, el Presidente de la ANFP recalcó que la responsabilidad de los hechos de violencia es de Independiente al “incumplir los protocolos básicos de seguridad”.
El tema ahora está en las manos de Conmebol que va a esperar todos los descargos hasta el 27 de agosto. Tras ello, se definirá el futuro de este partido “cancelado” y el desenlace de Independiente y la U.