Los juveniles de Colo Colo dieron su mejor esfuerzo y pese a la goleada que sufrieron ante Ñublense (5-1) en la sexta fecha del Campeonato Nacional, los jóvenes se ganaron los aplausos de parciales y rivales por su rol ante la emergencia del Cacique.
Sin embargo, no todos tuvieron la misma idea. Es el caso de Nicolás Castillo, que remeció las redes sociales al publicar en sus Historias de Instagram el emoji de una mano abierta, mostrando cinco dedos en alusión a la expresiva derrota de los albos.
El delantero de América de México, que lleva más de un año fuera de las canchas producto de una trombosis postoperatoria, fue blanco de críticas en internet por su ocurrencia. Y al parecer olvidó que para él, el debut fue bastante más benigno.
Castillo tuvo su estreno como profesional gracias a Marco Antonio Figueroa. En 2010, el Fantasma aprovechó la desigual llave entre Universidad Catolica y San Pedro de Atacama para que el Nico sumara sus primeros minutos oficiales.
El representativo de la Segunda Región era un combinado amateur que se había reunido dos semanas antes de la llave frente a los Cruzados, que ganaron por 4-0 el primer partido en el oasis turístico de la provincia del El Loa.
La revancha fue el instante elegido para Nicolás Castillo, quien hizo su ingreso al minuto 59 con 17 años y el marcador 8-0 para la UC en San Carlos de Apoquindo. Con el rival absolutamente regalado, Nico anotó el último tanto en la goleada 10-0 (79′).
Lógicamente un estreno victorioso, pero que ni se acerca al desafío que debieron enfrentar los juveniles albos en Chillán, que les permitieron llevarse los aplausos de la mayoría de la amplia familia del fútbol chileno. Castillo no volvió a jugar hasta un año después.
Colo Colo tuvo que apelar a diez de 20 años o menos: Julio Fierro, Bruno Gutiérrez, Nicolás Garrido, Luciano Arriagada, Joan Cruz y Vicente Pizarro como titulares; Jordhy Thompson, Dylan Portilla, Bryan Soto y Fabián Alvarado como sustitutos.