En entrevista con radio Agricultura, el defensor de Universidad Católica Germán Lanaro habló sobre su proceso de recuperación, que lo lleva sin jugar un partido oficial desde el 16 de octubre de 2019, y que ahora lo tiene encerrado en su hogar por la cuarentena preventiva que existe en Chile por el coronavirus.

“Ya estoy recuperado. En la actualidad hay varios elementos en la kinesiología que te ayudan mucho. Aún sigo sintiendo algunas molestias, porque me pusieron una placa de metal, pero estoy bien. Los médicos cuando me dieron el alta estaban conscientes que estaba listo para volver al fútbol. Estoy tratando de recuperar la fuerza, de sentir las dos piernas iguales, pero eso irá pasando con el tiempo”, señaló el zaguero.

Agrega que “los números son lapidarios, pero estoy muy tranquilo. Vengo entrenando a la par de mis compañeros las últimas tres semanas, eso me deja la tranquilidad que puedo volver a ser un aporte para el equipo. Espero que esta urgencia sanitaria se supere lo antes posible y que no tengamos que volver al fútbol en cuatro o cinco meses más”.

Sobre los trabajos que está realizando para volver a la actividad, expresó que “es difícil estar sin poder competir, no hay nada con lo que uno se pueda descargar. Ahora me tiene que aguantar mi señora, pero lo vamos llevando. Este es un tema que nos supera, pero hay un montón de cosas con la pelota que no se pueden realizar en la casa y tomará tiempo retomar”.

También, se refirió al complejo panorama que se está viviendo en Argentina, específicamente en Buenos Aires, quienes tienen cuarentena total por el covid-19.

“No soy el más capacitado para hablar de ello, pero hablo de lo que me dicen. Argentina tomó unas reglas más estrictas y ellos lo están controlando, no sé si mejor, pero se hicieron cosas más contundentes. Mi familia está en Argentina y allá hay cuarentena total, tratan de tomárselo bien. Espero que se pueda controlar fácil y rápido para que no traiga mayores problemas”, dijo.

Finalmente, tuvo palabras para el éxito que ha tenido la UC los últimos años, elenco que viene de alcanzar un bicampeonato nacional con entrenadores distintos.

“Los procesos tienen que ir acompañados por los resultados. En ese sentido, el club tiene una política buenísima de armar una base de equipo sólida, de traer jugadores experimentados y complementarlos con los canteranos. Hay un grupo muy cercano hace tres, cuatro o cinco años y eso es muy difícil de lograr. Si bien son pocos los jugadores que llegan, pero se han adaptado muy bien. Además, me parece que con cada nuevo técnico hemos ido ganando nuevas cosas”, mencionó.