Universidad Católica se juega la vida este miércoles en Sao Paulo, cuando visite a Palmeiras por la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores. El 0-1 de la ida obligará a que los cruzados tiren toda la carne a la parrilla, pero el parte médico no lo permitirá.

El último fin de semana dejó lastimado a Gonzalo Tapia, quien vuelve a resentirse muscularmente, mientras el equipo espera por la recuperación de Luciano Aued, así como de Juan Cornejo, Juan Fuentes, Branco Ampuero y Gastón Lezcano.

Al grupo se suman otros varios afectados por desgarros desde la llegada de Gustavo Poyet, como son los casos de Edson Puch, Clemente Montes e Ignacio Saavedra. Una carga que ha impedido que el uruguayo establezca un equipo con regularidad.

La crítica apunta al preparador físico de Gus, el griego Voulgaris Panagiotis, que llegó junto al uruguayo en marzo y había acompañado al DT cruzado en el AEK de Atenas. En Redgol en La Clave, Cristián Basaure analiza la complejidad del tema.

"Sería irresponsable cargarle la mano, pero evidentemente cuando se producen muchos desgarros, uno apunta la mirada claramente al preparador físico", explica el ex futbolista profesional y técnico titulado.

"No estoy al tanto sobre cómo trabaja, independiente de que venga de Europa o no, supongo que es un tipo capaz. Pero es preocupante y ahí es donde entran las cargas físicas, la cantidad de partidos que tienen los jugadores", puntualiza el comunicador.

"Hoy los cuerpos técnicos en general tienen esas posibilidades, de adelantarse a jugadores que vienen a punto de romperse o desgarrarse, pero no puedes manejar todo: hay desgarros que no avisan, que ocurren", sentencia.

Universidad Católica tendrá hoy su última práctica antes de encaminarse a Brasil, para buscar una inédita clasificación ante Palmeiras en su cancha. Luego recibirá a O'Higgins, en la lucha por cortar la racha actual de cuatro partidos sin ganar.