Parece broma, pero no lo es. En pleno 2025, el mundo del tenis podría sancionar a sus jugadores por… ducharse.
Si un tenista se da una ducha muy relajada después del partido o decide cerrar la cortina para tener algo de privacidad, podría meterse en serios problemas con la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA).

Jannik Sinner con su trofeo del Australian Open 2025 (Getty Images).
Todo esto nace tras los escándalos de doping que sacudieron el circuito: nada menos que Jannik Sinner e Iga Swiatek, ambos exnúmero uno, dieron positivo por sustancias prohibidas.
Y aunque sus castigos dejaron sabor a poco (especialmente en el caso del italiano), la ITIA ahora quiere mostrar mano dura, aunque el blanco de su rigor parezca absurdo.

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La nueva insólita regla
Según el nuevo protocolo, los jugadores deben estar en todo momento “a la vista” del chaperón antidoping, incluso cuando se estén duchando.
Y ¿qué pasa si no están cómodos con eso? Simplemente, se tienen que aguantar.
Según palabras de la ITIA “ducharse no es un derecho”.
El organismo advierte que ocultarse o demorarse demasiado en la ducha podría ser motivo de sanciones “extremadamente serias”.