Parecía que nada la iba a detener. En 2014, Eugenie Bouchard alcanzó el puesto N°5 del ranking WTA y se convirtió en la primera canadiense en disputar una final de Grand Slam.
Pero un episodio fuera de la cancha cambió el rumbo de su carrera: un accidente en los vestidores del US Open que, según ella misma declaró, le dejó quemaduras por productos de limpieza y una fuerte conmoción cerebral.
Una carrera que despegaba con fuerza
En 2012, Genie ya era una figura emergente. Se coronó campeona de Wimbledon junior en singles (la primera canadiense en lograrlo) y también había ganado dos veces el título de dobles en ese mismo torneo.
Dos años más tarde, deslumbró al mundo llegando a las semifinales de Roland Garros y el Australian Open, y luego a la final de Wimbledon. Todo apuntaba a una carrera llena de gloria.

Eugenie Bouchard en Wimbledon 2015 (Getty Images).

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El accidente que cambió todo para Eugenie Bouchard
Pero, durante el US Open 2015, tras avanzar a la segunda semana en singles y seguir en competencia en dobles, Bouchard resbaló en una zona recién limpiada del vestuario. Cayó de espaldas y sufrió una conmoción.
“Estaba tirada ahí, en shock, mirando al techo. Grité: ‘¡Me quema!’”, confesó.
El golpe fue tan duro que la obligó a retirarse del torneo y la dejó fuera del circuito durante meses. Luego, demandó a la USTA (Asociación de Tenis de EE.UU.) y llegó a un acuerdo confidencial tras un juicio en el que se les atribuyó el 75% de la responsabilidad.

Eugenie Bouchard en el US Open 2015 (Getty Images).

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Un adiós lejos de las luces
Aunque tuvo algunos regresos y hasta incursionó en el pickleball profesional, nunca volvió a ser la misma en el circuito WTA.
Hoy jueves 31 de julio de 2025, Bouchard se despidió oficialmente del tenis tras caer ante Belinda Bencic en el WTA 1000 de Montreal, frente a su gente.
Así se cierra el capítulo de una tenista que lo tenía todo para ser leyenda, hasta que la suerte le jugó una mala pasada fuera de la cancha.