Lo que pintaba para ser un festejo, terminó con una lluvia de abucheos. Novak Djokovic, que este 22 de mayo cumplió 38 años, no tuvo el mejor de los días en el ATP de Ginebra.
En pleno partido de cuartos de final contra Matteo Arnaldi, el serbio perdió los estribos, rompió su raqueta contra el suelo y se ganó el rechazo del público suizo.

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Djokovic se gana el rechazo de público en Ginebra
Todo ocurrió en el segundo set, cuando el italiano logró quebrarle el saque y ponerse 3-1 arriba. Djokovic, que hasta entonces estaba tranquilo tras llevarse el primer set, entró en una especie de cortocircuito y descargó su frustración con un raquetazo contra el piso.
El estruendo fue seguido por pifias en la cancha central.
No es la primera vez que el serbio explota en un partido y tampoco es el primer tenista que lo hace, pero la escena no dejó a nadie indiferente.
Aunque luego logró remontar el set y cerrar el partido a su favor por 6-4, 6-4, el momento de furia quedó marcado en la jornada.
“Fue más tenso de lo que el resultado dice”, reconoció después el propio Djokovic.

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Victoria con sabor a revancha
Más allá del drama, la victoria tuvo un gustito especial para Nole, ya que hace menos de un mes Arnaldi lo había sorprendido eliminándolo en la primera ronda del Masters 1000 de Madrid.
Esta vez, el serbio se cobró revancha en un escenario más modesto, pero no sin dejar su sello.