El proyecto de ley del séptimo retiro sufrió un duro revés cuando la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados rechazó la idea de legislar la iniciativa. Sin embargo, esto no implica que el proyecto se descarte de manera definitiva, ya que ahora debe pasar a la Sala de la Cámara para una nueva discusión. Aun así, este rechazo inicial ofrece una idea clara del complicado panorama al que se enfrenta la propuesta.
Ahora, el proyecto debe atravesar otras etapas que, considerando las circunstancias, serán igual de complejas.
Las posibilidades del séptimo retiro
Después de su rechazo en la Comisión de Constitución, el proyecto del séptimo retiro se presentará ante la Sala de la Cámara de Diputados con un informe negativo. Este informe recoge los motivos de la comisión para desestimar la propuesta.
En la Sala, todos los diputados tendrán la oportunidad de debatir tanto sobre el contenido del proyecto como sobre la recomendación de no legislar presentada en el informe. Posteriormente, se llevará a cabo una votación en la que la Sala decidirá si acepta o rechaza la recomendación de la comisión. Si la Sala aprueba el informe negativo, el proyecto de ley quedará archivado y no continuará su tramitación.
Por otro lado, si la Sala rechaza el informe negativo y decide no acoger la recomendación de la comisión, el proyecto de ley del séptimo retiro podría seguir adelante en su proceso legislativo. En tal caso, podría ser devuelto a la comisión para la elaboración de un segundo informe o ser enviado a otra comisión para un análisis más detallado antes de regresar a la Sala para una nueva discusión.
No obstante, aunque se lograra avanzar hacia la fase de legislación, es importante tener en cuenta la postura de los parlamentarios. Si bien algunos se muestran a favor del séptimo retiro, hay un número considerable que ha manifestado su oposición.
El Gobierno es el principal opositor de esta iniciativa y cuenta con el respaldo no solo de los parlamentarios oficialistas, sino también de varios diputados y senadores de la oposición que se alinean con la postura del Ejecutivo.
Este escenario dificulta el avance del proyecto de ley en el Congreso. Los partidarios del séptimo retiro argumentan que la ciudadanía necesita acceso a sus fondos para enfrentar los problemas de inflación que afectan a Chile. Por su parte, los detractores insisten en que dichos problemas son consecuencia directa de los retiros anteriores del 10%, lo cual consideran una razón suficiente para no aprobar un nuevo retiro.
Incluso en un escenario hipotético donde el proyecto consiga apoyo mayoritario, el Ejecutivo podría recurrir al Tribunal Constitucional para frenar su avance.
En resumen, habrá que esperar a las próximas etapas de la tramitación, pero lo que es claro es que el panorama actual no es el más favorable para el proyecto del séptimo retiro.