Perú declaró emergencia sanitaria por un extraño brote del síndrome de Guillain-Barré, el cual ya lleva más de 180 casos entre enero y julio, y ha terminado con la vida de cuatro personas de nacionalidad peruana.

¿Qué es el síndrome de Guillain-Barré?

De acuerdo a MedlinePlus, el síndrome de Guillain-Barré es un problema de salud grave que ocurre cuando el sistema de defensa del cuerpo (sistema inmunitario) ataca parte del sistema nervioso periférico por error. Esto lleva a que se presente inflamación de nervios que ocasiona debilidad muscular o parálisis y otros síntomas.

Se desconocen las causas exactas de esta enfermedad, sin embargo, se cree que es un trastorno autoinmunitario, es decir, que el cuerpo se ataca a sí mismo por error.

La incidencia del síndrome de Guillain-Barré aumenta con la edad, pero puede presentarse a cualquier edad. Aunque es más común en personas entre los 30 y 50 años.

Cabe destacar que esta enfermedad puede presentarse junto con infecciones virales o bacterias, tales como:

  • Influenza
  • Algunas enfermedades gastrointestinales
  • Neumonía por micoplasma
  • El VIH, el virus que causa VIH/sida (muy poco frecuente)
  • Herpes simple
  • Mononucleosis
  • COVID-19

¿Cuáles son los síntomas?

Según información de la Clínica Mayo, el síndrome de Guillain-Barré suele empezar con un hormigueo y debilidad que comienza en los pies y las piernas y luego se difunde a la parte superior del cuerpo y los brazos.

Algunas personas notan los primeros síntomas en los brazos o la cara. A medida que este síndrome avanza, la debilidad muscular puede evolucionar a una parálisis.

Los signos y los síntomas de esta enfermedad pueden ser los siguientes:

  • Una sensación de hormigueo en los dedos de las manos, de los pies, los tobillos o las muñecas
  • Debilidad en las piernas que se difunde a la parte superior del cuerpo.
  • Marcha inestable o incapacidad para caminar o subir escaleras.
  • Dificultad con los movimientos faciales, lo que incluye hablar, masticar o tragar.
  • Visión doble o incapacidad para mover los ojos.
  • Dolor fuerte, que puede ser un dolor sordo, fulgurante o similar a un calambre, y que puede empeorar en la noche.
  • Dificultad para controlar la vejiga o la función intestinal.
  • Frecuencia cardíaca acelerada.
  • Presión arterial alta o baja.
  • Dificultad para respirar.