Las playas de Chile, conocidas por su belleza natural, enfrentan una amenaza creciente que podría cambiar radicalmente su paisaje en la próxima década. Las alertas de marejadas, convertidas en un fenómeno recurrente, junto con fenómenos como el cambio climático y el aumento del nivel del mar, están acelerando la erosión costera.

Considerando aquello, algunas playas incluso podrían desaparecer en los próximos 10 años y la urgencia de medidas para preservar estos tesoros naturales aumenta.

¿Qué playas podrían desaparecer en Chile?

Un análisis preliminar del Observatorio de la Costa, que está investigando a 66 playas desde Arica a Chiloé, reveló cuáles son las playas que podrían desaparecer en 10 años:

  1. Hornitos
  2. Pichicuy
  3. Bahía de Concón
  4. Reñaca
  5. Caleta Portales
  6. Algarrobo
  7. Bahía de Cartagena
  8. Santo Domingo
  9. Los Molles
  10. Pichilemu

Estos datos plasman cuáles son las playas que registraban una erosión elevada en 2023 y que continúa avanzando aceleradamente.

Marejadas, cambio climático y calentamiento global

Las marejadas, alimentadas por el cambio climático y el calentamiento global, ha llevado a un preocupante aumento en la erosión costera. Datos recientes del Observatorio de la Costa revelan tasas de retroceso que superan los 5 metros por año en algunas playas, lo que plantea la posibilidad de que varias de estas joyas naturales desaparezcan en la próxima década.

“Los nuevos datos nos muestran que Santo Domingo se convierte en una de las playas más erosionadas del país junto con Hornitos en la zona norte. Pero también vemos un retroceso acelerado en playas urbanas de la región de Valparaíso, donde la destrucción de humedales y dunas para proyectos inmobiliarios está pasando una elevada cuenta”, dijo a La Tercera la directora del Observatorio de la Costa, Carolina Martínez.

Martínez explica que los sistemas costeros son dinámicos y que una playa recupera sus arenas como parte de un ciclo estacional. Sin embargo, al interrumpir estos ciclos con formas de ocupación en las costas, se impide la recuperación de las playas, lo que causa la erosión y su retroceso. “Estimamos que en una década al menos diez playas podrían desaparecer debido a estos procesos erosivos”, alertó.

Ante este escenario preocupante, el Observatorio de la Costa ha abogado por una Ley de Costas que regule los usos costeros y garantice la gestión integrada de estas áreas. La protección de la vida humana, el desarrollo sostenible y la preservación de los ecosistemas son principios fundamentales en esta propuesta legislativa.