¿Podría un dulce natural ser la próxima gran arma contra el cáncer de mama? Investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) creen que sí.
El equipo descubrió que la miel de Manuka, conocida por sus superpoderes antibacterianos, podría reducir el crecimiento de células cancerígenas hasta en un 84%. ¿Lo mejor? No daña las células sanas ni provoca los temidos efectos secundarios.
La miel contra el cáncer de mama
¿Qué hace tan especial a la miel de Manuka? Esta miel no es la típica que encuentras en el supermercado, ya que proviene del néctar que las abejas recolectan del árbol de Manuka, una planta que crece en Nueva Zelanda y el sureste de Australia.
A diferencia de otras mieles, la de Manuka tiene una composición única que le otorga propiedades medicinales que han fascinado a científicos y amantes de lo natural por igual.
El equipo de UCLA decidió poner a prueba la miel de Manuka contra dos tipos de cáncer de mama: el que depende del estrógeno (ER+) y el temido triple negativo, conocido por ser más difícil de tratar.
Al aplicar miel de Manuka a las células ER+, notaron que estas dejaban de multiplicarse de manera alarmante. El efecto no fue tan impresionante en las células triple negativas, pero aún así fue significativo.
Lo interesante es que cuando combinaron la miel de Manuka con tamoxifeno, un medicamento común en la lucha contra el cáncer de mama, el resultado fue aún más efectivo. Las células cancerosas se vieron abrumadas y comenzaron a autodestruirse, dejando a los investigadores asombrados.
Después de ver estos resultados en el laboratorio, los científicos llevaron su investigación un paso más allá y probaron la miel en ratones con tumores de cáncer de mama humano. ¿El resultado? ¡Una reducción del 84% en el crecimiento tumoral! Y todo sin tocar ni un solo cabello (o célula sana) de los ratones.
Como en toda investigación, aún queda mucho por hacer antes de que la miel de Manuka pueda ser recetada en clínicas oncológicas.
El estudio preliminar fue publicado en la revista Nutrients.