El ataque cerebro vascular (ACV) es una patología que golpea fuerte en la población y las cifras así lo indican: en Chile afecta a cerca de 40 mil personas al año, lo que equivale a un caso cada 15 minutos. El problema, explican los expertos, es que muy pocos saben detectar la sintomatología a tiempo, lo que evitaría el riesgo de muerte.

Conscientes de esta realidad, Patient Advocacy junto a la iniciativa Actúa con Velocidad, del Laboratorio Boehringer Ingelheim, y el apoyo de la Asociación Chilena de Enfermedades Vasculares Encefálicas (ACEVE), realizaron una actividad en la Vega Central para educar a los visitantes y trabajadores sobre los alcances del ACV.

Para esto, ofrecieron una toma de parámetros clínicos relevantes, entre ellos presión arterial y glicemia, importantes indicadores para detectar dos factores claves, como lo son la hipertensión arterial y la glucemia en ayunas elevada. A ellos se suman el índice de masa corporal elevado (sobrepeso/obesidad), las dietas poco saludables, niveles elevados de colesterol LDL (colesterol “malo”) y el tabaquismo.

La actividad se desarrolló en la entrada sur de la Vega Central y al stand emplazado en el lugar llegaron cerca de 500 personas. Durante la jornada también se entregaron dípticos con información del ACV y diabetes.

Entre limones y tomates enseñaron tips sobre un ACV

Entre limones y tomates enseñaron tips sobre un ACV

El doctor Pablo Lavados, presidente de la Asociación Chilena de Enfermedades Vasculares Encefálicas (ACEVE), supervisó la actividad, aconsejó a la gente que se realizó los controles y repartió dípticos a los visitantes que a esa hora compraban en la Vega.

“Es muy importante realizar estas actividades de prevención en lugares como este, donde hay muchas personas que deben estar atentas a los factores de riesgo para prevenir enfermedades vasculares cerebrales, cardiovasculares y diabetes. Es muy importante prevenirlas, porque no solo matan, sino que además dejan pacientes discapacitados”, detalló el profesional.

¿Qué es un ACV?


El ACV es una afección que se presenta de manera súbita y que provoca la pérdida de una función neurológica. La mayoría de estos se manifiestan con tres signos fácilmente identificables: asimetría en la cara (conocida como “cara chueca”), dificultad para hablar (lenguaje ininteligible) y debilidad en un lado del cuerpo (caída de un brazo al intentar levantar la mano).

La presencia de uno solo de estos signos de aparición repentina puede indicar una alta probabilidad de estar sufriendo un ACV. En tal caso, es crucial que el paciente sea evaluado de inmediato en un centro de salud
de urgencia hospitalaria.

La evaluación tiene que ser ágil, trasladarse rápido al servicio de urgencia, donde debe hacerse la evaluación lo más rápidamente posible.