En las últimas semanas, la República Democrática del Congo declaró un nuevo brote del ébola, el terceroen la zona desde el 2018 y el decimocuarto desde 1976. Tras conocerse la noticia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no descartó el riesgo de propagación en la región ni a nivel internacional.
La reaparición del virus se identificó en la ciudad de Mbandaka y ha causado dos muertes desde el 21 de abril.Según la OMS, “la enfermedad ha tenido dos semanas de ventaja y ahora estamos jugando a ponernos al día. La noticia positiva es que las autoridades sanitarias de la República Democrática del Congo tienen más experiencia que nadie en el mundo en el control rápido de los brotes de ébola”.
Hasta el miércoles 27 de abril, las autoridades de Congo anunciaron que “267 contactos han sido identificados”, por lo que, para la el organismo de salud mundial, es “difícil de evaluar la envergadura de la epidemia”.
Todo esto, debido a que la ciudad de Mbandaka tiene conexiones fluviales y terrestres con la capital de Congo, además de otros países africanos.
“El riesgo de propagación regional e internacional de esta epidemia no está excluido porque la ciudad de Mbandaka bordea con el río Congo y dispone de conexiones fluviales y terrestres con la capital Kinshasa, la República de Congo, la República Centroafricana y Angola”, indicó la OMS.
Pese a ello, la entidad mundial calificó como “moderado” el riesgo a nivel regional y como “débil” el riesgo internacional. Es por ello que no aconseja imponer restricciones a viajeros del Congo o al comercio de dicho país.
A diferencia del plano internacional, el riesgo de propagación a nivel nacional en la República Democrática del Congo es considerado como “elevado”. Esto se debe a la presencia de reservorios de animales, que pueden contener patógenos que causan enfermedades infecciosas; y huéspedes intermedios. Aquello, sumado a la elevada frecuencia de epidemias de ébola en el país y a factores ambientales y un débil sistema de salud, generan la tormenta perfecta para la propagación del virus.
El ébola fue identificado por primera vez en 1976 en Congo. El virus se transmite a los seres humanos por animales infectados; mientras que la transmisión entre personas ocurre a través de líquidos corporales. Sus principales síntomas son fiebre, vómitos, hemorragia y diarreas.