1.200 bolsonaristas fueron detenidos durante la jornada de este lunes en el campamento que montaron frente al cuartel general del Ejército en la ciudad de Brasilia. El campamento se formó en octubre, de cara a las elecciones presidenciales de Brasil y desde dicho sector se llevaron a cabo los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes del Estado en el territorio carioca.
Los fanáticos del exmandatario, Jair Bolsonario, no reconocen como legítima la victoria del nuevo Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el pasado 1 de enero.
Tras los disturbios que se extendieron por todo el domingo, el juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, ordenó el desmonte de todos los campamentos bolsonaristas frente a cuarteles militares. Así, el campamento de Brasilia fue cercado por la policía, ante lo cual, los seguidores del ex líder lo desmontaron pacíficamente y posteriormente fueron detenidos en el lugar.
De acuerdo a los cálculos del ministerio de Justicia, los 1.200 bolsonaristas fueron trasladados en, al menos, 40 buses hasta la sede de la Policía Federal, donde se tratará de establecer quiénes participaron de los ataques y quedarán identificados, en caso que aparezcan pruebas en su contra.
Solo quedarán detenidos quienes sean sindicados como participantes del ataque, que se sumarán a los más de 300 detenidos que apresaron infraganti en medio de los ataques.
Ataques contra el Estado
La cantidad de personas que se mantenían en el campamento frente al Ejército se redujo gradualmente desde la investidura de Lula el pasado 1 de enero. El pasado jueves, las autoridades señalaban que cerca de 200 bolsonaristas permanecían en el campamento, pero este domingo, llegaron más de 3.000 personas se agolparon para manifestarse y atacar a las sedes de los tres poderes del Estado.
Lula decretó la intervención federal hasta el próximo 31 de enero, por lo cual, las policías zonales estarán bajo el control del Gobierno federal.