El 2001 la selección chilena sub 20 estaba a nada de embarcarse a Argentina para disputar el Mundial de la categoría, pero la historia estaba por entregar una de las historias de indisciplina más recordadas del fútbol chileno.

Jaime Valdés, Rodrigo Millar, Mario Salgado, Hugo Droguett, Roberto Órdenes, Daniel Campos, Sebastián Pardo y Joel Soto fueron detenidos tras ser sorprendidos en un prostíbulo durante la noche.

“Vimos unas luces rojas y a una señora, y creíamos que pasaba algo malo. Por eso entramos, pasaron 15 minutos y llegaron carabineros”, contó entonces el Pájaro confirmando el dicho que el que explica se complica.

Ya han pasado años, pero este martes el actual mediocampista de La Serena volvió a referirse al incidente tras ser consultado por el tema en un distendido y jocoso Live que realizó a través de su cuenta de Instagram.

“No puedo contar muchos detalles… Fuimos a un local en el centro que estaba clausurado, teníamos 18 o 19 años. Faltaban dos o tres días para irnos a Argentina. Queríamos despedirnos, pasarlo bien”, lanzó Valdés.

Agregó que “metíamos mucha bulla y llegaron ‘los amigos que no quiere nadie’ (Carabineros). Nos cacharon que éramos de la sub 20 y en vez de dejarnos ir como a cualquier persona se hicieron los vivos y nos dejaron detenidos toda la noche”, añadiendo que “cuando se supo fue un escándalo, por estar a días de irnos al Mundial, y quedo la cagá. Me acuerdo que nos reventaron. Especialmente Mauricio Israela mí. Y después cómo terminó… era peor que yo el CTM”.

Pero el Pájaro no paró ahí y narró qué pasó en el vestuario de la Roja, en ese tiempo dirigida por Héctor Pinto. La viveza del Pájaro guarda más detalles.

“Llegamos al entrenamiento y se supo. En el camarín Héctor Pinto nos dice a los 8 ó 9: se mandaron terrible cagada, ahora estamos viendo las medidas que vamos a tomar, parece que se van a tener que ir todos los involucrados”, expuso.

Prosiguió: “ahí me paro y digo ‘no profe, no es necesario. Me voy yo’. Agarro mis zapatos y hago como que me voy… se para Hugo Droguett y dice: si se va yo también. Y otros compañeros más. Por eso el profe reculó y dijo: para… lo vamos a conversar, vamos ver qué pasa”.

Sentenció que “viajamos igual y nos fue como el culo. No le tomamos el valor de lo que íbamos a jugar, éramos chicos y lo queríamos pasar bien. Después nos dieron ocho partidos de castigo sin estar en la selección. Y parece que se pasaron el dato porque no me llamaron nunca más, ni a la sub 20 ni a la adulta (ríe). Lo demás para ponerle color en la prensa”.