Entre lágrimas, John Isner, a sus 38 años, se despidió del tenis profesional este jueves. El tenista estadounidense eligió el US Open para irse a lo grande del deporte, con un partidazo ante su compatriota Michael Mmoh, en el que cayó por parciales de 6-3, 6-4, 6-7, 4-6 y 6-7.
Si bien Isner no quedará en la historia como uno de los mejores tenistas de su país, lo cierto es que si se trata de un tenista récord para el deporte blanco, aunque no por los motivos por los cuales brillaron sus compañeros de generación, como Roger Federer, Rafel Nadal y Novak Djokovic.
Y es que es el mayor sacador en la historia del tenis. Con sus 2,08 metros de altura, Isner era capaz de meter una alta dosis de aces por partido, generando una dificultad extrema para quien devolvía. Fueron 14150 los saques ganadores logrados en su carrera.
Pero además, Isner nunca se caracterizó por ser un gran devolvedor, transformado casi todos sus partidos en una larga espera hasta el tiebreak. Es quien más ha jugado esos desempates, sumando más de 800 en su carrera.
Quizás por eso causó gracia que cerrara su carrera jugando un desempate de ese tipo, en el quinto set, aunque con victoria para su compatriota Mmoh.
Por esta misma característica en su juego es que se provocó su otro gran récord. Al no existir tie breaks en Wimbledon en 2010, se provocó el partido más largo de la historia: 11 horas y cinco minutos de partido en un duelo de primera ronda ante Nicolás Mahut. El quinto set terminó 70-68.
Un récord que ya no podrá ser superado ya que todos los Grand Slam modificaron sus reglamentos y cuentan con desempates en el set definitivo.
Isner deja el deporte con 24 títulos en su haber, dentro de los que destaca el Masters 1000 de Miami logrado en 2018, superando en la final a Alexander Zverev.