Brayden Lowry y Kendell Cummings, luchadores universitarios del Northwest College en Powell, Wyoming, experimentaron los minutos más aterradores de sus vidas al ser atacados por un oso pardo en el Parque Nacional Shoshone la semana pasada.
El animal atacó primero a Lowry. “El oso salió corriendo de los árboles. Ni siquiera lo vi hasta que estuvo justo frente a mí, pero escuché el choque”, dijo el luchador a ABC News.
“Lo único que pude gritar es: ‘¡Oso! ¡Oso!’. Sabía que tenía que proteger mi cabeza y luchar por la vida, ya sabes, es de vida o muerte”, continuó Lowry.
Cummings intentó ayudarlo, golpeándolo con un palo, hasta que el oso se fue contra él con aún más fuerza. “Me tiró al suelo y luego, con su cabeza, me empujó contra los árboles y despuésme inmovilizó allí y me atacó”, recordó Cummings.
Y reveló cuál fue la técnica que usó para salvarse de la muerte: “Le puse mis manos en su boca, para que no pudiera ir por mi cuello”.
El oso luego se alejó, pero sólo por poco tiempo, pues arremetió, cuando los luchadores intentaban escapar. “Escuché al oso gruñendo detrás de mí y lo escuché caminar. Luego, lo volví a ver y vino y me atacó de nuevo”, relató Cummings.
Finalmente, pudieron deshacerse del oso y llegaron donde estaban sus otros compañeros, quienes llamaron al 911. “Hablé con la dama por teléfono, la encargada del despacho, y coordinamos un plan para llevar un helicóptero hasta ahí”, explicó uno de los amigos.
Cummings tuvo que ser intervenido en el hospital y terminó con 60 puntos en la cabeza, seis tornillos y tres huesos rotos.
Del departamento de Caza y Pesca de Wyoming dijeron: “Según la información inicial, parece ser un encuentro repentino y sorpresa con un oso pardo. En las últimas semanas, ha habido una gran cantidad de actividad de osos en elevaciones bajas en los drenajes de South Fork y North Fork del río Shoshone, el río Clarks Fork y el río Greybull. Game and Fish recomienda a cualquier persona que se recree en estas áreas a tener cuidado”.