El Super Bowl LVI ya están en los libros de historia, con Los Ángeles Rams sufriendo hasta el final para vencer por 23-20 a unos duros Cincinnati Bengals en un partidazo en el SoFi Stadium que puso punto final a la temporada 2021 de la NFL.
Uno que vivirá un festejo más que especial es Matthew Stafford, mariscal de campo de los carneros que llegó al inicio de esta campaña para tomar los controles de un equipo que se armó hasta los dientes para este momento.
Sean McVay, quien con 36 se trasformó en el coach más joven en ganar el Super Bowl, apostó por el ex jugador de la Universidad de Georgia en esta temporada 2021 tras entender que con Jared Goff como QB no estaban llegando los títulos.
Se sabía que Stafford tenía talento, ya que cuenta además con el honor de ser una primera selección global en un draft de la NFL. Lamentablemente sus 12 años jugando para los mediocres Detriot Lions lo mantuvieron durante mucho tiempo lejos de los reflectores y de los partidos importantes en la NFL.
Así, en la temporada baja del 2021, se dio el intercambio. Los Rams enviaron a Goff a Detroit más dos picks de primera ronda del draft 2022 y 2023 respectivamente, además de un un pick adicional de tercera ronda del 2022 para poder tener a Matthew. Los Ángeles apostaban todo por este QB talentoso que, al parecer, solo necesitaba de un buen equipo para explotar del todo sus capacidades.
Y los resultados llegaron al primer año, con un Stafford que tuvo altos y bajos a lo largo de toda la temporada, pero que siempre supo cómo manejar y llevar a los carneros en los partidos importantes. Así se vio en los playoffs, donde supo dejar en el camino nada más ni nada menos que a los Bucaneros de Tom Brady en la ronda divisional.
Sus números en esta temporada 2021 fueron sólidos y dignos de un jugador por el que se apostó tanto: 4886 yardas por aire, 41 TD, solo 17 intercepciones y un 67.2% de sus pases completos.
Un camino largo de 13 años que se corona con su primer anillo de Super Bowl en una franquicia que se la jugó, y hasta cierto punto hipotecó, todo por su talento. Stafford respondió y ahora solo queda celebrar. No todos los días se ganar un campeonato de la NFL.