El 2020 ha estado duro y el deportista chileno que lo empezó de la peor forma fue el tenista Nicolás Jarry, quien el 14 de enero fue suspendido provisionalmente por la ITF tras arrojar doping en las pasadas finales de la Copa Davis 2019.
Alejado de la actividad, el todavía número 2 de Chile ve una pequeña luz de esperanza, aunque por un hecho espantoso. La pandemia por el coronavirus lo “favorece”.
Sí, porque su suspensión provisioria sigue corriendo, debido en el Código Mundial Antidopaje no existe ningún escrito sobre pausas en el circuito profesional, ya sea por conflictos armados, catástrofes naturales o crisis sanitaria, como la del COVID-19.
Es decir, mientras la ATP esté suspendida por el coronavirus, sigue corriendo el castigo de Jarry, que ya lleva casi tres meses.
Pero esa no es la única noticia buena que tuvo el Príncipe a raíz de la enfermedad, porque debido al paro obligatorio decidieron “congelar” el ránking ATP, por ende, no pierde más puntos, por lo menos hasta que vuelva la actividad.
Nicolás Jarry defendía los cuartos de final del ATP 500 de Barcelona y la final del ATP 250 de Ginebra, torneos que no se jugarán en 2020 por el coronavirus, por ende el chileno se mantendrá en el Top 100, más precisamente en el puesto 89º.
Todo esto mientras la defensa del nieto de Jaime Fillol trabaja para que pronto se conozca su castigo defitivo, el que en el caso más optimista será de 10 meses.