Este miércoles Novak Djokovic aterrizó en Melbourne para disputar el Australian Open, torneo en el que podría superar el récord de Grand Slams ganados.
Sin embargo, su participación está en duda, pues en su llegada fue rechazada su visa y su exención médica, por lo que fue deportado del país.
“El señor Djokovic no proporcionó las pruebas adecuadas para cumplir con los requisitos de entrada a Australia y su visa fue cancelada”, señaló la Fuerza Fronteriza de Australia en un comunicado.
“La Fuerza Fronteriza Australiana continuará asegurándose que todos aquellos que lleguen a nuestra frontera cumplan con nuestras leyes y con los requisitos de entrada”, añaden.
El gobierno indicó que el tenista sería trasladado en avión fuera del país este jueves, pero finalmente sus abogados presentaron una impugnación y frenaron la deportación hasta que se celebre una audiencia judicial el próximo lunes.
Por el momento, Djokovic está retenido en el Park Hotel del barrio Carlton, donde fue trasladado después de pasar la noche en el aeropuerto Tullamarine. Permanecerá encerrado allí hasta que se celebre la audiencia el lunes.
Al lugar legaron decenas de aficionados serbios para apoyarlo desde un parque. En la noche incluso prendieron velas por el tenista.