Columna escrita por Alejandro Cortes M., director de Haciendo Amigos.

Luego de volver a ver la serie Apache (la vida de Carlos Tevez) producto del tiempo que te entrega obligatoriamente la emergencia, uno se queda reflexionando en cómo Carlos Tévez logra trascender dentro y fuera de la cancha.

En Chile, recorriendo portales, Facebook y otras plataformas, se ve que Tévez no es indiferente en el mundo del fútbol. Y deja para pensar, después de los últimos logros futbolísticos, como a este lado de la cordillera, Tevez como mínimo no genera indiferencia.

¿Qué lo lleva a trascender?

Conversando con amigos futboleros de distintas edades uno se da cuenta que hay futbolistas que trascendieron en la historia de Chile, como Sergio Livingstone, quién luego de su retiro se convirtió en un gran comunicador deportivo.

Algunos otros recordarán la importancia de Sergio Navarro en el mundial del 62’. Aquel mítico tercer lugar, que vivió la lucha de los futbolistas por mejoras de sus contratos. Tema en el que Navarro fue actor principal durante las negociaciones.

Cuenta la historia también, la travesía de Elías quién llegó solo a Moscú, mientras compañeros de selección chilena salían de Chile en plena dictadura para jugar el partido ante la Unión Soviética en Moscú
 

Mientras busco imágenes que cuestan encontrar, leo el libro del Maestro Zorro Álamos. Decía que miraba las luces de un reloj electrónico gigante, luces que se apagaban cuándo se cumplía un minuto y que eran, según él eternas, pues quería que luego se acabaran las luces y con ello, el tiempo. Ese fue el partido fantasma, sin duda una selección de amor por la camiseta.

Para recordar, tenemos también a Caszely y sus ironías a Pinochet (impensadas en época de dictadura), sumado a su desplante para hablar en tercera persona y lo tajante en sus opiniones.

Iván Zamorano de Cobresal a embajador UNICEF, y que unía a todo un país escuchando a Juan Manuel Rámirez, Milton Millas y Hector Vega Onesime. Dónde no valía solo con ser campeón con el Real, sino también tenía que ser el goleador (pichichi).

El legendario gol de Marcelo Salas a Inglaterra en Wembley y que se gritó con el alma y U2 (famosa banda británica) que tocaba ese día de febrero en Santiago mostraba en las pantallas gigantes los goles del matador en ese triunfo a los ingleses. Entonces, el matador no hablaba mucho pero generaba algo en todos quienes lo veían jugar.

Entonces, tenemos jugadores chilenos que trascienden, ¿para qué ver tanto Tévez? Digo yo, sobretodo con la generación actual que ha vivido con los triunfos de la selección y la sudamericana de la U.

Pero para quienes hemos visto más futbol, siempre se nos viene a la mente muchos de los nombrados e incluso otros, mucho antes que los actuales futbolistas que nos dieran la satisfacción de gritar campeón.

Parece injusto comparar a futbolistas que no tuvieron la dicha de salir campeón con aquellos que sí lo fueron. Pero trascender, es la acción de traspasar de un ámbito a otro.

Los históricos, aquellos que no ganaron, siguen en la mente del colectivo futbolístico porque traspasaron el pasto de la cancha, más allá de los títulos. A lo mejor se hicieron cercanos más cercanos y empáticos con los hinchas, quizás por eso mismo gusta Tévez, porque genera ese extra, en el que la gente lo hace parte de uno.

La pregunta nace por sí sola: Aquellos que nos dieron la tan buscada gloria deportiva, ¿serán recordados por el logro tangible que nos dieron o serán futbolistas no recordados por el logro, sino que por su trascendencia?

Mi respuesta la dejo para la privacidad, la suya usted ve con quien la comparte.