Real Madrid sufrió mucho para eliminar al Bayern Múnich y meterse en su tercera final consecutiva de Champions League, historia que pudo cambiar drásticamente si a Marcelo le cobraban una mano que realizó en el área sobre el final del primer tiempo cuando el duelo estaba 1-1.
El mismo brasileño confesó que la acción fue penal: “Si me pega en la mano. Yo no habló de los árbitros cuando se equivocan contra nosotros, no voy a hablar hoy. Si te digo que no ha tocado mi mano, soy un mentiroso”
De haberse sancionado esa acción, Bayern Múnich pudo ponerse 2-1 en ventaja y, sumado a lo ocurrido en la segunda mitad, hubiera significado la clasificación a la final de la Champions League que se disputará el 26 de mayo en Kiev.
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