El espigado delantero inglés de 37 años, Peter Crouch, habló sobre su vida cotidiana y su familia, justo en el momento en que está próximo al retiro.
“A mi mujer no le gusta el fútbol. Una vez me llamó diez minutos antes de un partido para preguntarme dónde estaba”, confesó el delantero del Stoke City.
Sobre el fútbol, comentó: “No veo mi trabajo como un trabajo, me siento muy afortunado de poder hacer algo que siempre he amado a los 37 años, es un sueño”.
También habló sobre los problemas para dormir: “Mi hijo pequeño tiene siete meses, así que el sueño se interrumpe, por lo que tengo una noche completa cuando me quedo en un hotel antes de un partido”.
“Dormir después de un partido es imposible sin una cerveza, porque hay demasiada adrenalina. Si es que mi equipo perdió, reflexiono y no duermo hasta las 4 am”, añadió.