El pasado 17 de febrero el operador comercial detrás del Campeonato Mundial de Rally, Oliver Ciesla, anunció que dejaría su puesto en junio, situación que pone en jaque las opciones de que el WRC regrese a Chile debido a que Ciesla era un vital nexo estratégico de la organización con Horta Producciones.

Pero la renuncia del ejecutivo es una más de las muchas razones que obstaculizan el retorno del evento a nuestro país, ya que los errores y deficiencias organizacionales han provocado gran molestia en la plana mayor de la categoría automovilística y en la FIA.

En noviembre de 2019, en medio del estallido social que vivió el país, Horta Producciones anunció la imposibilidad de realizar la fecha pactada para abril de 2020 en Chile, generando uno de sus más graves errores: notificar a Ciesla en vez de a la federación, como dicta el conducto regular. Primer error. Esto fue, como diríamos de manera coloquial, la gota que rebalsó el vaso, acabando con la paciencia de los mandamases del Rally Mundial, quienes respondieron con un gran golpe: desclasificar documentos.

Los papeles revelados por la FIA hablan de graves negligencias cometidas por la productora chilena, y que fueron detalladamente registradas por los comisarios que estuvieron en el país el año pasado, haciendo ver deficiencias tales como: escasa de capacidad de las jefaturas en Horta Producciones, cuyos fallos fueron tan notorios que debieron ser reemplazados en medio del evento, según consignó Mundo Rally.

Circulación en contra del sentido del tramo y del Parque de Asistencia, personal médico poco calificado –y con diagnósticos deficientes- incumplimientos del reglamento en las verificaciones técnicas de las categorías R2 y R3 fueron algunos de las faltas que desclasificó la Federación Internacional de Automovilismo, echando por tierra la versión entregada por la empresa chilena, que prácticamente culpó al estallido social por no poder realizar la fecha prometida.

 

Otro dato no menor: la realización sin problemas –e incluso exitosa- del Santiago E Prix en enero de este año, contradijo (y avergonzó) públicamente la excusa otorgada por los organizadores nacionales en relación a la inestabilidad política del país que podía causar daño o peligro a los pilotos y equipos extranjeros.

Pese a que judicialmente aún no cae ninguna demanda contra Horta Producciones, una demanda aún no es descartable, ya que si la organización del WRC lo deseara, podría iniciar un proceso contra la productora nacional por incumplimiento grave del contrato laboral.

 

El Mundial de Rally no regresará a Chile en 2020, eso es un hecho, pero las deficientes prácticas llevadas a cabo el año pasado en Concepción nos seguirán constando caro, ya que en Junio, cuando se ratifique el calendario 2021, se confirmaría que nuestro país está prácticamente “vetado” para la FIA.