La leyenda de Manchester United, Ryan Giggs, finalmente se libró de ir a juicio por violencia de género. El galés estaba siendo acusado por su expareja y la hermana de esta última.

El proceso ha tenido una duración de tres años. El primer juicio fue durante agosto del 2022, en el que después de más de 20 horas de deliberaciones, el jurado no pudo llegar a un veredicto. Si bien Giggs debía enfrentar un nuevo juicio el próximo 31 de julio de 2023, finalmente desde la parte acusadora no mostraron voluntad de seguir con el proceso adelante.

La acusación fue hecha por Kate Greville, expareja del ahora entrenador y la hermana de esta, Emma. Giggs era apuntado por supuestamente haber agredido a Kate entre agosto del 2017 y noviembre del 2020. Además, también se le acusaba de golpear con un codazo en la mandíbula a Emma, situación que habría ocurrido en Manchester en noviembre del 2020.

Sin evidencias formales

De acuerdo a la información recabada por The Sun, el fiscal Peter Wright le indicó al Tribunal de Manchester que no tenían evidencias formales para sostener el caso. Además, ambas mujeres no se mostraron dispuestas a volver a declarar en un segundo juicio, debido a que ambas se han visto afectadas por el procedimiento que han liderado ante el exfutbolista.

El abogado de Ryan, Chris Daw, señaló que “el señor Giggs se siente profundamente aliviado de que la acusación haya llegado por fin a su fin después de casi tres años de lucha para limpiar su nombre“.

El volante galés defendió por más de 20 años la camiseta del Manchester United, convirtiéndose en uno de los mejores jugadores de la historia de ese club. Tras retirarse en 2014, ha iniciado una carrera como entrenador la cual lo tuvo dirigiendo de manera interina a los propios Diablos Rojos y también a la Selección de Gales, entre 2018 y 2021.