Lionel Messi disfruta junto a su familia de sus vacaciones en Funes, Santa Fe. En Argentina, el astro trasandino se reunió con los suyos en vísperas de su cumpleaños y de participar en las despedidas de Maxi Rodríguez y Juan Román Riquelme, y además dejó llorando a un repartidor de churros.
El que es campeón del mundo come lo que quiere, y bien lo sabe la Pulga. El nuevo ariete del Inter de Miami y su familia se dieron un gustito e hicieron un gran pedido de churros: tres docenas y media encargaron.
Los churros de Lionel Messi y su familia
“24 de dulce de leche, 12 de crema pastelera y seis de Nutella”, fue el pedido que hicieron a través de WhatsApp los Messi Roccuzzo. Tras la espera, los churros llegaron a destino y la tienda volvió a enviar un mensaje.
“No puedo parar de llorar de la emoción de saber que están disfrutando nuestro producto, muchas gracias por confiar en nosotros. Cuando quieran disfrutar de nuestros productos estarán siempre disponibles y esperando por ustedes. Muchas gracias y disculpen las molestias”, fue el texto que envió Sofía, la encargada del local.
“Estuvieron muy buenos”, le respondieron desde el círculo de Lionel Messi. “Así estoy desde que volvió el cadete (emojis de llanto). Muchas gracias, me cambiaron el día, el año. ¡La vida!”, añadió.
Juan Pablo, quien tuvo que entregar el pedido de churros al ex PSG y Barcelona, habló con Radio Red. “Cuando nos mandó el comprobante de pago y el número de lote al que debíamos llevarlo, no relacioné que era el de los Messi porque ya les hemos llevado pedidos veces anteriores”, dijo.
“Ya nos pasó en otras ocasiones que nos encarguen y les enviamos nuestros productos, aunque nunca pensamos que eran para Leo, que él los comía. Ya saber que los recibía la familia del campeón era un mimo al alma, pero esto superó todo”, añade.
“Ví que era él y yo estaba muy shockeado”
“Llegué al Kentucky, al country, siempre sin saber que iba a lo de Messi, incluso salí de la churrería quejándome porque es un tramo largo y te hacen esperar, perdés tiempo”, contó Juan Pablo.
Tras eso, detalla que “nunca sospeché que iba a lo de Messi, sí le pregunté al de seguridad cuál era la casa y pasar por el frente y ver cómo era todo”.
“A todo esto me piden el DNI, en seguridad me lo retuvieron y como nunca me había pasado eso le pregunté por qué lo hacían y me respondió: ‘Porque ya sabés a la casa de quién vas'”, contó el repartidor.
“Les dije si me estaban jodiendo y ahí levantan la barrera, me dicen adónde tenía que ir, que sí, que tenía que ir a la casa de Messi. Cuando llego estaba la seguridad afuera, toqué varios bocinazos y salió un amigo de él. Me bajé, entregué los churros, en eso veo la puerta, se asomó Antonela, hablé un poquito muy rápido, la saludé con todo respeto y bueno, a todo eso creo que Messi saludó desde el fondo, yo estaba muy shockeado”, explicó.
“Salió Antonella e incluso Mateo, que se ve que corrió de la casa cuando lo vio llorar al cadete mientras le decía ‘¿Qué pasa tío?’ con tonada española. Ahí Juampi no podía creer nada y cuando salió el de seguridad le dijo ‘¿Y campeón, qué pasó?’. Hasta la gente que estaba fuera del country lo empezó a aplaudir”, finalizó Sofía.