Un pequeño gesto que puede valer mucho. Robin Van Persie demostró una vez más lo ídolo que es. En el duelo entre Feyenoord y Groningen, el delantero saludó por sorpresa a todos los niños que eran mascotas rivales y los dejó alucinando.

El ex Manchester United se dio el tiempo de darle la mano uno por uno a los chicos y más de alguno no lo podía creer. El encuentro no fue bueno para el Feyenoord, ya que los locales se llevaron el triunfo por 1-0.