Nicolás Pelaitay, volante de San Martín de San Juan, protagonizó el momento más insólito de los dieciseisavos de final de la Copa Argentina. El mediocampista anotó un golazo en la llave de su equipo ante Vélez Sarsfield, pero lo hizo en su propio arco.

San Martín vencía por la cuenta mínima a Vélez cuando, a los 75′, el Fortín anotó la igualdad. Pocos segundos después llegó otra anotación: buscando evitar el ataque rival, Palaitay se adueñó del balón en el área y se giró hacia su mismo arco. Fue ahí que remató.

El mediocampista sacó un potente derechazo, buscando el rebote en un rival o mandar la pelota hacia fuera del pórtico, pero nada de eso pasó. El balón se metió con fuerza en su propio arco, pese al gran estirón de su golero Mariano Monllor. El gol significó la ventaja parcial para Vélez.

Para su suerte, San Martín encontró la igualdad de 2-2 en la agonía (Agustín Heredia anotó a los 90′) y forzó la definición por penales. Ahí, terminaron eliminando a Vélez y avanzando a los octavos de final de la competencia trasandina.

“Ahora estoy contento, pero en el momento es lo peor para un jugador de fútbol. Ir ganando, que te lo empaten y después cometer esa atrocidad. Me quería morir, se me cruzaban mil cosas por la cabeza. Hasta el árbitro me consoló”, dijo Pelaitay tras el duelo.