Se cuenta y no se cree: Eric Gómez es un fanático de los Pumas de la UNAM que tenía como ídolo al chileno Nicolás Castillo. El de Renca era, por lejos, su jugador favorito y a manera de homenaje, el hincha se tatuó al jugador en su brazo izquierdo celebrando un gol con la camiseta de los universitarios.

Con lo que no contaba Gómez es que, menos de un año después, el Nico se fuera al eterno rival de los Pumas, previa escala por el Benfica. Todo mal, parece, porque Gómez sigue teniendo el tatuaje bien brandote en su brazo. 

"Hoy en día no podemos llamar traidor a alguien que no es el primero en hacer algo así. Además es un jugador extranjero, yo lo vería más como una traición si fuera alguien surgido de adentro", dijo Gómez en entrevista con As México. 

"Le deseo el éxito a él, esté en donde esté, pero no puedo celebrar sus triunfos en esta etapa de su vida. Es una decisión que él tomó, es su profesión y para darse los gustos que se da, un contrato como el que le ofrecieron, nadie lo habría rechazado", agregó un resignado Gómez al citado medio.

Lo más triste para el hincha: que Castillo podría debutar con él América, precisamente enfrentándose con sus Pumas.