Se jugaban los 30 minutos del duelo entre el Manchester United y Barcelona por la ida de los cuartos de final de la Champions League cuando Chris Smalling y Lionel Messi fueron a disputar un balón.

El zaguero del United fue fuerte con un empeñón y de regalito le dejó un manotazo de regalito a La Pulga, que se fue al suelo y casi queda grogui.

Messi debió ser atendido con el rostro manchado con sangre, pero para suerte del Barcelona el argentino pudo regresar a la cancha con normalidad, pero quedó latente la ausencia de al menos una amarilla para el inglés.