Una de las grandes contrataciones del mercado de fichajes lo hizo Chelsea al asegurar la vuelta de Romelu Lukaku, el jugador más importante en el Inter de Milán que en la pasada temporada volvió a ganar la Serie A y rompió con la hegemonía que había impuesto la Juventus en la última década.
Dos campañas después de dejar el Manchester United, el goleador regresa a la Premier League por la oportunidad de borrar su primer mal paso por Stamford Bridge, en donde no pudo anotar ni un tanto además de tener dos préstamos que no le permitieron tener continuidad en el equipo.
Pero tras 64 anotaciones en 96 compromisos en Italia, el belga regresa hecho uno de los mejores del mundo. Es por eso que toma la responsabilidad de llevar la camiseta 9 que dejó vacante Tammy Abraham, quien partió a la Roma de José Mourinho, un número de mala suerte en el equipo.
La mufa del dorsal azul comenzó para la 1999-2000 cuando contrataron a Chris Sutton, quien venía de romperla en el Blackburn Rovers con 50 goles en 131 encuentros pero ya en Chelsea solo celebró en una ocasión en sus 39 partidos para irse por la puerta de atrás, lejos de las expectativas.
Luego llegó una seguidilla de delanteros con mucha promesa pero que nunca explotaron: Mateja Kezman, Hernán Crespo, Franco di Santo, Radamel Falcao, Álvaro Morata y Gonzalo Higuaín, quienes nunca pudieron ser los ansiados goleadores. La oportunidad es ahora para el implacable Lukaku.