Proeza. Aquello fue lo que hizo River Plate en la Copa Libertadores de América, porque le ganó como local a Independiente Santa Fe con sólo 11 jugadores disponibles, y sin arquero, porque el lesionado volante Enzo Pérez tuvo que ser el meta.
El ex seleccionado argentino se puso los guantes debido a la serie de bajas del cuadro Millonario por coronavirus, y cumplió una buena tarea bajo los tres palos.
“Te mentiría si disfruté, nunca había estado tan nervioso”, fue el análisis más directo que hizo Pérez sobre lo que vivió en Buenos Aires.
“Obvio que mis compañeros arqueros me escribieron, estuve preguntando algunas cosas también, con el entrenador de arqueros estuvimos practicando y dándome algunos consejos: que siempre trate de enfocarme en el punto del penal y de ahí adonde vaya la pelota para los costados vaya siempre caminando en diagonal. Pero con a adrenalina que tenía por ahí me perdía un poco y tomaba siempre como noción el punto penal”, agregó.
“Hablar del partido mucho no tiene sentido por lo que hemos vivido durante este tiempo y lo que padecimos por el covid-19, pero rescato el corazón, la hombría, la personalidad, no solamente de los chicos que jugaron hoy sino de lo que demostramos el fin de semana en la cancha de Boca, que debutaron muchos chicos y nos ayudaron a hacer un buen partido pese a quedar afuera. Hoy demostramos nuevamente el grupo y la clase de personas que somos cada uno de nosotros”, analizó.
Por último, Enzo Pérez expresó que aún no está analiza con profundidad lo que hizo River Plate, ganando con casi todo el plantel como baja.
“No caigo mucho en lo que hemos pasado, solamente me traté de enfocar y ayudar al equipo pero seguramente entre hoy y mañana se va a hablar mucho de este partido”, cerró.