Real Madrid comenzó la nueva temporada tal y como terminó la anterior: con un título en sus manos. En esta ocasión ratificó su dominio continental al imponerse 2-0 sobre Eintracht Frankfurt en un partido en el que fue ampliamente superior, a pesar de sufrir algunos sustos en el comienzo, para llevarse la Supercopa de Europa.

Los alemanes fueron los primeros en tener las más grandes oportunidades pero se encontró al mejor portero del mundo, Thibaut Courtois, quien respondió primero en una anulada por fuera de juego para luego, en otra que sí estaba en posición legal, sacó una tremanda mano para negarle un mano a mano a Daichi Kamada.

A partir de ahí, la chispa de los germanos se fue acabando. Los merengues empezaron a mandar sus avisos y tras un par de remates de Vinicius Junior sin encontrar arco, llegó el gol por medio de una pelota parada pues en un tiro de esquina pasado, Casemiro logró conectarla para encontrar solo a David Alaba, quien no perdonó para poner el 1-0 al minuto 37.

Para la segunda mitad, los actuales monarcas de la Champions League manejaron a la perfección las acciones para sentenciar a falta de 25' para el final gracias a la conexión Vinicius Junior con Karim Benzema. El brasileño se escapó por la izquierda y encontró al francés, quien remató de primera para celebrar ayudado por una floja reacción de Kevin Trapp.

Tras el tanto, con el que Benzema se convirtió en el segundo máximo artillero histórico de los blancos con 324 goles y superando a Raúl, solo debajo de los 450 de Cristiano Ronaldo, el compromiso tuvo un solo camino. Real Madrid ratifica su condición de rey de Europa y la Supercopa fue suya por quinta ocasión.