El primer gran batacazo de la Eurocopa llegó este domingo, porque uno de los grandes favoritos a conquistar el torneo se despidió en octavos de final: República Checa sorprendió al vencer por 2-0 a Países Bajos y avanzar a la ronda de los ocho mejores.
No cabe ninguna duda que fue un partidazo, pues desde el primer minuto los neerlandeses salieron con todo en busca de abrir el marcador en el Puskas Arena de Budapest (Hungría), pero no pudieron superar al portero Tomas Vaclik.
En tanto, los checos bien ordenados en el fondo del área y saliendo con rápidos contragolpes se las arreglaron para inquietar al arquero Maarten Stekelenburg, quien tuvo buenas intervenciones para ahogar el grito de gol.
Sin embargo, en el inicio de la etapa de complemento llegó la incidencia que marcó el trámite del partido: Matthijs de Ligt (55’) corta una ocasión clara de gol con la mano y tras la revisión del VAR el juez le muestra tarjeta roja.
Con esta situación, Países Bajos perdió todo el dominio del balón y Republica Checa se instaló en campo contrario. Y tras varias oportunidades desaprovechadas llegó la apertura de la cuenta: centro al segundo palo, Tomas Kalas pivotea al otro larguero y Tomas Holes (68’) con un fuerte cabezazo desata los abrazos.
El conjunto neerlandés sintió el golpe y salió con todo en busca del empate. No obstante, no tuvo claridad en la puntada final, dejó espacios en el fondo y Patrik Schick (80’) no tuvo piedad para marcar el segundo, tras un error en la salida.
Con este resultado, República Checa da la primera gran sorpresa de la Eurocopa al eliminar a Países Bajos y ahora se enfoca en su rival en los cuartos de final: Dinamarca, elenco que viene de golear a Gales.