El pequeño fanático del Liverpool, Louis Fowler, quería conocer a su gran ídolo Mohamed Salah y al percatarse de que estaba cerca, no dudó en correr al lado de su auto para alcanzarlo.

Sin embargo, el niño mientras corría chocó con unposte y se fue al piso con la nariz rota. El egipcio se dio cuenta del hecho, dio la media vuelta y fue a asistirlo.

Luego de ayudarlo y percatarse que estaba bien, Salah le regaló una foto juntos,con la nariz del pequeño ensangrentada, pero con la satisfacción de que consiguió la postal junto al crack del Liverpool. El niño luego confesaría que haría de nuevo el chascarro porque valió la pena.