Lionel Messi se fue con un mal sabor de boca en el que pudo ser su último Clásico entre Barcelona y Real Madrid, este sábado en el Estadio Alfredo Di Stéfano, con victoria merengue 2-1. El argentino llegó a 45 encuentros entre ambos equipos para igualar el récord del hoy ausente Sergio Ramos pero extendió a siete la mala racha los duelos frente a los blancos sin marcar ni asistir, la peor de su carrera.
El argentino empezó conduciendo a los culés en los pocos buenos minutos que tuvo su equipo el arranque del compromiso pero los de Zinedine Zidane empezaron a mandar a partir de la anotación de Karim Benzema y que posteriormente Toni Kroos pudo aumentar de manera merecida la ventaja.
Messi estuvo a punto de hacer su enésima joya de videoteca sobre el final de la primera mitad al cobrar un tiro de esquina y la pelota se fue cerrando, sobrepasó a Thibaut Courtois pero fue al palo evitando el gol olímpico.
Luego, en el segundo tiempo, tuvo mayor participación pero sin poder pesar en los últimos metros a pesar de participar, sin ser de manera directa, en el tanto de Óscar Minguieza. También tuvo tres tiros libres, dos fueron a la barrera y tan solo uno llegó a exigir la intervención del portero belga.
Messi se va en blanco, en goles y asistencias, por séptimo Clásico seguido. Su último gol frente a Real Madrid fue en la temporada 2017-18, precisamente la ocasión más reciente en la que se enfrentó a Cristiano Ronaldo vestido de blanco. Así se pudo haber despedido del rival contra el que vivió grandes momentos y también enormes frustraciones.
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