Un verdadero partidazo fue el que se vivió en la final de la Supercopa de España. Real Madrid y Atlético de Madrid no se sacaron ventaja en los 120' minutos y definieron todo a través de los penales, donde el conjunto merengue se impuso por 4-1.

Pero la historia pudo haber sido otra de no ser por Federico Valverde, quien se vistió de héroe y villano cuando quedaban pocos minutos para el final del encuentro. El mediocampista metió una patada sin asco y le dio aire a su equipo para quedarse con el título.

Con el reloj marcando los 114' del tiempo extra, el Atlético despejó un balón desde su área y quedó listo para una contra. Álvaro Morata se coló entre la defensa y se fue contra la portería, pero por atrás apareció el 15, que con una patada maletera lo derribó y terminó ganándose la tarjeta roja, pero evitó lo que era una oportunidad clara de gol.

Esto hizo que el equipo del Cholo Simeone se saliera del partido y todo terminara en un empate sin goles, momento en que el Real supo aprovechar el punto débil de Jan Oblak y convirtió todos los tiros desde los 12 pasos.