Como muchos argentinos y futboleros, Martín Palermo sintió profundamente la muerte de Diego Armando Maradona el pasado 25 de noviembre. El actual entrenador de Curicó Unido compartió con el mítico 10 tanto como compañeros de equipo como haber sido dirigido por él en la Selección de Argentina.

El exdelantero compartió una carta en The Players Tribune, en la que muy emotivamente hablaron de su relación. "Pasaron tres meses desde que Diego nos dejó. Cuando escuché la noticia, inmediatamente le mandé un mensaje a un periodista amigo que sabía que era cercano a él. '¿Es verdad?'. Me respondió: 'Sí…'. Y en ese momento, uno no… no puede creerlo. O sea… uno se acuerda la cantidad de veces que Diego estuvo en situaciones parecidas, en las que estaba en el hospital y se multiplicaban rumores sobre su muerte".

El Titán recuerda sus viviencias cuando Argentina fue campeón del mundo en México 86 con Maradona como gran figura. "Viendo los partidos en el living de mi casa con mis padres y con mi hermano, vi a Diego llevar al fútbol a una dimensión que nunca había pensado que fuera posible. Los goles, la gloria, la pasión. El fútbol era eso. Cuando salimos a festejar el título en la calle, entendí que esta era la mayor expresión de satisfacción, de alegría, que el fútbol podía traer. Y el origen de toda esa emoción era Maradona", añadió.

"Nunca pensé que me iba a hacer tan cercano a él tan cerca como finalmente fui. Nada más conocerlo en persona fue un sueño hecho realidad. La primera vez fue cuando yo jugaba en Estudiantes y fuimos a jugar contra Boca en agosto de 1996. Los dos éramos capitanes, así que nos juntamos en el círculo central. Después del sorteo, tomé coraje y le dije: 'Diego, cuando termine el partido, ¿me darías tu camiseta?' Debo haber sonado como un pibe fanático… ¡y lo era! Y esto es lo que pasó: ganamos el partido, metí dos goles, y cuando terminó el partido mandé al utilero a que me buscara la camiseta. Diego me la mandó", recordó.

Palermo rememoró compartir vestuario con Maradona en Boca. "Todavía siento que fue una bendición haber podido jugar con él al lado en los últimos meses de su carrera. Obviamente no estaba en la plenitud de su momento de esplendor de los años 80 —el Diego del Napoli, bueno, era otro Maradona. Pero igual te asombraba. Llegaba al entrenamiento y era como si todo se paralizara, y nosotros nada más mirábamos lo que hacía con la pelota, o nos quedábamos viéndolo con la boca abierta mientras clavaba otro tiro libre al ángulo".

Palermo celebra con Maradona un gol en el Mundial de Sudáfrica 2010. (Foto: Getty Images)

Palermo celebra con Maradona un gol en el Mundial de Sudáfrica 2010. (Foto: Getty Images)

Agradeció la confianza que recibió para disputar el Mundial de 2010 con Diego en el banquillo. "Sabía que no iba a estar entre los titulares. Tenía 36 años cuando fui a Sudáfrica, y en el plantel había jugadores como Lionel Messi y Carlos Tevez, así que lo entendía. Pero en el último partido del grupo, contra Grecia, ya estábamos clasificados para la siguiente ronda, y Diego me puso en los últimos 10 minutos. Fue mi primer partido en un Mundial. E hice un gol. Lo hice con mi familia en la tribuna: mi hermano, mi hijo mayor, mi mujer".