Cuando dicen que en todas partes hay un chileno, Efraín Araneda Estay (Santiago, 1977) puede dar fe de que es cierto. Este ex canterano de la UC, con pasado en Colchagua y la segunda división de Bélgica aterrizó en Tahiti en el año 2000, con la esperanza de poder seguir jugando al fútbol y tener una vida estable.

 

En ese lapso fue campeón del fútbol de ese archipiélago del Pacífico, a la par que tiene su trabajo como operador turístico. También se nacionalizó, jugó eliminatorias con Tahiti y solo una lesión lo sacó de la Copa Confederaciones del 2013 a la cual, igual, viajó como parte de la delegación. 

 

Retirado hace un par de años, Araneda comenzó a dirigir al AS Central, al que llevó al título de liga después de 35 años de espera. Aquello le dio un boleto a la Champions League de Oceanía, y ayer el equipo del chileno se clasificó a los cuartos de final de la competición. 

"Es una competición complicada por los campos en los que se juega y por todas las variantes que influyen", explica Araneda en conversación con Redgol desde el Aeropuerto de Suva, en las Islas Fidji, donde se jugó la segunda fase de la Champions. "Derrotamos a Lautuoka (el equipo local) que era el subcampeón del continente. Ahora vamos a los cuartos de final y los jugamos en casa, lo cual nos ayuda", explicó.

Los cuartos de final del torneo se disputan en dos grupos. "Creo que tenemos buenas opciones de meternos en las semifinales, especialmente si se cumplen los pronósticos y los dos equipos de Nueva Zelandia (Wellington y el multicampeón Auckland City) ganan sus respectivos grupos", agregó. 

El equipo de Araneda, además, cuenta con otros dos chilenos en su esquema: César Castillo, también ex canterano de la UC y con pasos por Vallenar y Ovalle; y Diego Araneda, hijo del DT y ex Barnechea, pero con doble nacionalidad y es seleccionado Sub 20 por el cuadro polinésico. "Tengo la ventaja de haber jugado con buena parte de los muchachos, conocer a otros, y tener una relación muy cercana con ellos. Eso me permitió entrar rápidamente en la dinámica del grupo", agregó.

Además, asegura tener sus referentes bien claritos: "Veo a muchos entrenadores, pero hay dos que me marcaron por su manera de defenderse atacando: Bielsa en primer lugar, y Jorge Sampaoli en segundo. Siempre trato de explicarle a mis jugadores sobre la presión alta y el siempre ir en busca del arco rival", agregó el entrenador.

Ahora Araneda debe regresar a Tahiti para proseguir con su trabajo fuera del fútbol, al margen de su trabajo como entrenador. "Para qué nos estamos con cosas: tenemos que resolver nuestra vida aquí en la isla. Compaginando nuestro trabajo en el rubro del turismo, con nuestra pasión que es el fútbol".  

¿Y el Mundial de Clubes? "Después de haber estado tan cerquita de jugar la Confederaciones, estar en un torneo de ese nivel es un sueño que quiero cumplir...y como entrenador, sería único", concluyó.