“Los goles son amores y no grandes razones”, “El fútbol no es justo”, máximas que se pueden aplicar a lo que ocurrió este domingo en la cancha de los Spurs, donde el Tottenham empató 1-1 con el Newcastle.
El empate de las Urracas desató la furia de José Mourinho por el cobro de un penal en contra cuando el reloj marcaba 96 minutos y verificado el gol del empate, abandonó la banca para irse al camarín sin ver los últimos instantes del encuentro.
Un primer tiempo que tuvo como único dominador al Tottenham, que jugó realmente bien y tuvo múltiples ocasiones de gol.
El premio llegó para los Spurs en el minuto 25, cuando una gran jugada de Harry Kane por la izquierda, donde ganó en velocidad y metió un centro preciso para la aparición de Lucas Moura que remató marcando la apertura de la cuenta.
Lamentablemente para los dirigidos de Mourinho, no concretaron su superioridad y le dieron aire al Newcastle.
El cuadro de las Urracas encontrarían el empate cuando el reloj marcaba 96 minutos y el equipo local ya estaba celebrando.
Un centro al área terminó con una mano de un defensor del Tottenham que el árbitro no vio en primera instancia, y que sí advirtió el Var.
Callum Wilson remató en forma perfecta ante Lloris, decretando el definitivo 1-1.