Antes de comenzar a leer este artículo, hay que recordar cuándo fue la última vez que estuvimos cerca de ganar algo a nivel de clubes en el plano internacional. Eso nos lleva inmediatamente al 2012, cuando la Universidad de Chile que venía de ser campeona de Copa Sudamericana llegó hasta semifinales de Copa Libertadores. Nombres más o nombres menos llevaron a los equipos chilenos a tomarse seriamente el participar a nivel internacional, pero todo se quedó ahí.
A comienzos de la década, todo parecía indicar que nuestro balompié pondría más ojo a los torneos sudamericanos, pero todo fue solo una ilusión y durante estos 10 años solo hemos sumado fracasos. Eso sí, una luz de esperanza y casi una obligación es lo que se deben plantear de cara al próximo año. 2020 no solo tiene sino que debe ser el año en que el fútbol chileno salga a luchar un campeonato internacional.
La década se está cerrando y ya hay equipos clasificados para la Copa Libertadores de 2020. Eso sí y bien a la chilena, todavía no podemos definir al cuarto clasificado. Una vez listo eso, las cosas tienen que tomarse seriamente.
Universidad Católica se coronó campeón con 13 puntos de ventaja y un total dominio en el plano local. Los cruzados han sido el club que más ha insistido en su proyecto futbolístico y los últimos años le han dado la razón, pero es afuera donde ahora deben ratificarlo. Para ello se hicieron con un nombre gran como el de Ariel Holan en su banca.
Por otra parte, Colo Colo ya no tiene más tiempo. O más bien dicho Mario Salas, quien luego de no poder reflejar su trabajo en el equipo, limpió el plantel, sacó a los referentes y se quedó con todo lo que siempre pidió para el cacique: poder tomar decisiones. Los albos han presentado a sus refuerzos, nombres siguen en el baile de fichajes y posiblemente aún queden cupos por llenar, pero lo cierto es que deben dar la pelea. Clasificaron directo a la fase de grupos, uno muy accesible para avanzar. Queda en ellos el lograrlo.
El tercer clasificado es Palestino, equipo que durante 2019 demostró que puede dar pelea incluso ante los grande de Sudamérica. Los árabes fueron hasta el Monumental de Núñez y rescataron un empate con sabor a triunfo ante el campeón en ese momento, River Plate. Ivo Basay sabe que no será fácil, ya que su plantel comienza a desarmarse, pero la directiva está haciendo lo posible por llenar esos vacíos y cuentan con figuras aseguradas, como Luis Jiménez y Cristóbal Jorquera, para la próxima temporada.
El último cupo es el que aún no se define. Universidad de Chile terminó en la penúltima posición y bastante herido sicológicamente, viendo partir a su último ídolo y con una reestructuración total. Por la otra vereda está Unión Española, que reclama su cupo y amenaza con no jugar el duelo ante los azules, berrinche que podría costarles bastante caro y por el cual ni siquiera han sacado nombres de refuerzos para el año siguiente.
Los cupos internacionales a Copa Libertadores, desde nuestro país, aún son un show. Lo de la U y los hispanos debe ser el último, por el bien de Chile. Y así como la gente ha salido a las calles para pedir una vida más digna, es hora de que los equipos que sacan la cara por el país afuera se miren al espejo, analicen sus errores y, de una vez por todas, salgan a pelear un título. Pero lo hagan de verdad.