En medio del centenar de futbolistas chilenos que actúan en el extranjero, el caso de Maximiliano Schenfeld es poco conocido. El lateral izquierdo nacido en Copiapó tiene 28 años y juega en el FC Tucson, en la tercera división del fútbol de Estados Unidos.

El defensor viajó a Norteamérica en 2013, después de estar en la Academia Kiko Rojas de Ovalle y probar fortuna en Coquimbo Unido, Banfield, Tigre, Platense y Barnechea. Tenía 20 años y tomó la opción de jugar fútbol y estudiar en una universidad norteamericana.

Maxi, hijo de Alberto Schenfeld, ex goleador argentino de Deportes Ovalle hace tres décadas; representó a la Florida Memorial University mientras estudiaba psicología. En 2018 saltó al Miami United y jugó la US Open Cup. En 2020 se registró en Tulsa.

Pero su estreno de liga a nivel formal llegó en 2021, con la camiseta del FC Tucson, donde ya suma 22 partidos jugados. Pese a su regularidad, ha tenido que convivir con sanciones como la de este fin de semana, cuando sumó su segunda expulsión de la temporada.

Una fea reacción condenó al copiapino al minuto 86, cuando el cuadro arizoniano perdía por 2-0 ante North Texas en el Venue Kino North Stadium. Collin Smith se hizo el chistosito antes de devolverle el balón para un lateral, y Schenfeld le pegó un feroz pelotazo.

La árbitra norteamericana Laura Rodríguez vio toda la acción y le mostró tarjeta roja al jugador chileno sin titubear. Smith se llevó amarilla y la marca del balón en el trasero por su insolencia. El partido concluyó con la victoria de la visita.

Maxi Schenfeld enseña sus condiciones en el fútbol de Estados Unidos

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