La final de la FA Cup tuvo los mismos protagonistas que la de la Carabao Cup, además de un trámite similar pues ambos partidos terminaron con marcador 0-0 en los 90 minutos y posteriormente en 120′ con el mismo campeón al Liverpool imponiéndose en penales contra Chelsea para seguir con la posibilidad de ganar todo en la temporada.

El encuentro comenzó con los de Jürgen Klopp siendo mucho más incisivos y superiores ante los azules que tuvieron que aguantar el vendaval, aunque las oportunidades no fueron del todo claras. Poco a poco las acciones se fueron equilibrando hasta que llegó uno de los puntos de inflexión en el compromiso.

Recién pasada la media hora de compromiso, Mohamed Salah se quedó tendido en el centro del terreno de juego teniendo que ser sustituido por Diogo Jota, todo esto apenas a dos semanas de la final de la Champions League, además de dos partidos clave en la recta decisiva por el título de la Premier League.

El griego Tsimikas fue el héroe inesperado de Liverpool. (Foto: Getty Images)

El griego Tsimikas fue el héroe inesperado de Liverpool. (Foto: Getty Images)

Comenzando la segunda mitad, fueron los de Thomas Tuchel los que arrancaron inclinándose sobre el Alisson Becker pero poco a poco los reds se fueron haciendo nuevamente con el dominio del encuentro, pudiendo ganarlo en los 90 minutos con dos remates al palo sobre el final tras disparos de Luis Díaz, de los mejores de la cancha, y Andrew Robertson.

Sin goles, la prórroga se hizo inevitable. Klopp recibió una mala noticia al comienzo del alargue pues también Virgil Van Dijk se marchó con problemas físicos. En la media hora adicional, el cansancio se hizo notar y el ritmo bajó notablemente por lo que las acciones se encaminaron a los penales.

La resolución desde los 12 pasos sí fue diferente en esta ocasión. En Chelsea no entró Kepa Arrizabalaga ni se hizo eterna pues César Azpilicueta mandó su tiro al palo pero cuando todo parecía definirse, Sadio Mané no pudo con su compatriota Edouard Mendy. Llegaba la muerte súbita y ahí Mason Mount erró por parada de Alisson Becker para que Konstantinos Tsimikas se volviera el héroe inesperado de Liverpool que ya tiene dos de cuatro títulos y sigue con vida en todo.