El futbolista galés, Gareth Bale, decidió retirarse de la actividad a la edad de 33 años y luego de jugar la Copa del Mundo con su selección, tras 64 años de ausencia.

El ex Tottenham brilló en sus primeros años en el Real Madrid, pero luego, debido a las lesiones no pudo mostrar su mejor nivel. Sin embargo, sí estuvo presente en grandes momentos del equipo merengue, ganando cinco Champions League.

"Gareth Bale ha formado parte de nuestro equipo en una de las etapas más exitosas de nuestra historia y representa para siempre muchos de los momentos más brillantes de la última década", dice un comunicado del Real Madrid, que agradece al jugador galés.

Pero no todos quedaron contentos con el paso de Bale por el Real Madrid. En Marca, el periodista José Luis Hurtado le dedicó una columna en la que critica su falta de consistencia.

"Con Bale se va un futbolista con unas condiciones espectaculares. Su velocidad, potencia y remate con la izquierda no son comunes. Hasta ahí todo es de celofán y buen regalo. Pero también su imagen queda sepultada por su eterna inconsistencia física, con propensión a las lesiones, y su actitud en el último lustro, donde se intuía más preocupación por el birdie que por el gol", señala.

"El problema de arañar merecidamente a Bale es que puede lucir y tirar a la cara un videoclip espectacular de tres minutos con goles y jugadas que están fuera de mercado. Ahí se verá a un expreso con una arrancada incontenible, un cambio de ritmo prodigioso y una zurda de portada. No todos los futbolistas pueden exhibir un material audiovisual tan tremendo. Sin embargo, su trayectoria no es sólo eso. Él solito decidió sombrear su carrera", añade.

"Ahí entran sus partes médicos, sus ausencias extrañas, sus desplantes, su querencia por el golf, sus fotos con mensajes improcedentes y su falta de empatía con los aficionados. Hay un Bale de highlights y otro de tomaduras de pelo", continúa.

"A Bale nunca le preocupó el ruido. Pasó por el último Mundial sin una jugada que recordar. Se va un lunes sin una afición a la que saludar con un palmarés que muchos no rozarán ni en sueños, incluidas cinco Champions. Él lo quiso así. En el fondo es una pena", finaliza.

Por su parte, Tomás Roncero de As, escribe: "Se pasó dos o tres años viviendo de aquel curso inicial imperial de blanco. Siempre le esperábamos y solo dejaba destellos. Era el jugador de las finales, como si el resto de la temporada no fuese con él. Teníamos más noticias de él por los partes médicos y en los torneos amateur de golf que se disputaban en la capital".

"Decididamente se tiró tres temporadas en el Madrid viviendo del cuento y de las fotos de sus goles decisivos en las finales. Pocas veces un futbolista ha estado más sobrevalorado si valoramos su producción en el día a día. Vivió de los destellos. Bale deja un legado grande en títulos, pero gana escaso hueco en el corazón de los madridistas. Por algo será", termina.