En México no todos ven con buenos ojos el regreso a las canchas de Nicolás Castillo. El delantero chileno del América, que sufrió una trombosis hace diez meses cuando era intervenido por una dolencia muscular, anunció su vuelta para febrero de 2021.
Nico se esmeró en los trabajos para estar de regreso y el martes pasado sorprendió al mundo con su anuncio.“En un par de meses estaré jugando en una cancha de fútbol nuevamente”, aseguró por redes sociales.
Sin embargo, esta decisión no fue aprobada totalmente en el Club América. Según informa el polémico columnista El Francotirador, del diario Récord de México, el cuadro azulcrema quiere tomar recaudos sobre el formado en Universidad Católica.
“La directiva pensaba que el goleador ya no volvería jugar a nivel profesional”, asegura le publicación, donde se señala que el club apoyó al jugador en la recuperación aunque la mayor motivación vino del propio delantero. Y también la determinación final.
“La decisión de volver a jugar con los azulcremas fue totalmente de Nico. Se lo comunicó a la directiva emplumada hace unos días y con contrato en mano, Santiago Baños -presidente de América- y compañía tuvieron que acceder, a pesar de tener reservas”, se advierte.
Lo concreto es que hay desconfianza en el equipo mexicano que “está buscando la forma de deslindarse de una posible tragedia con su retorno, por si le pasa algo al chileno por volver al campo, cosa que por la gravedad de su afectación no se puede descartar”, sentencia.
La idea es que recaiga sobre Castillo la “total responsabilidad” sobre su salud, de manera que el club tenga la oportunidad de evitar problemas legales y el pago de alguna indemnización si las cosas no salen como se espera.
“Si el chileno vuelve, será casi un milagro médico”, asume el reporte, en una verdadera odisea que ha vivido el campeón de América para recuperar su forma y volver a los goles, el expediente que lo catapultó al equipo más popular de México.