Villarreal hizo su trabajo para romper el techo que había puesto Manuel Pellegrini en 2006 en la Champions League y alcanzó su primera final continental al dejar en el camino a Arsenal en las semis de Europa League, precisamente el mismo rival que en aquella ocasión le negó el acceso al partido definitivo con el recordado penal fallado por Juan Román Riquelme. Terminó siendo empate a cero que hizo prevalecer el 2-1 que lograron como locales.

Para el Submarino Amarillo fue un partido sufrido, especialmente en la segunda mitad, en la que los ingleses tuvieron varias oportunidades. Las dos más claras la tuvieron en los pies de su referente ofensivo, Pierre Emerick Aubameyang, quien no tuvo la fortuna de su parte en el compromiso.

La primera llegó al minuto 39 cuando disparó apenas al ingresar al área y la pelota parecía totalmente controlada por Gerónimo Rulli pero la controló mal y casi termina mandándola adentro de su propio arco. La más clara fue faltando poco más de 10 con un cabezazo del gabonés que olía a gol pero terminó en el palo.

Los españoles pudieron aguantar el agónico tramo final y es una nueva gran oportunidad para su entrenador Unai Emery de extender su dominio en la competición pues ya ha sido campeón en tres ocasiones, consecutivas desde 2014 a 2016, cuando hizo del Sevilla el equipo amo y señor del torneo.

Villarreal, además, evitó el pleno de equipos ingleses pues en la Champions League ya estaba confirmada la presencia de Chelsea y Manchester City. Ahora irá por el United, que superó a la Roma en una serie de muchos goles, en una final que se disputará en la ciudad Gdansk de Polonia el miércoles 26 de mayo.