Este miércoles el delantero belga, Romelu Lukaku, arribó a Milán para realizarse los exámenes médicos, luego de que el Chelsea aceptara enviarlo a préstamo al Inter.
El jugador de 29 años se asomó por la ventana del edificio del Comité Olímpico Italiano en Milán y saludó a sus admiradores, que se instalaron en las afueras.
Lukaku levantó el pulgar y se mostró sonriente, pues está a sólo horas de firmar su vuelta al equipo neroazzurro, donde fue campeón en la temporada 2020-2021.
Eso sí, no la tendrá fácil para ganarse nuevamente a los hinchas más extremistas del Inter, quienes aún no le perdonan que dejara el equipo para ir al Chelsea.
La Curva Nord había advertido a todos los aficionados no “correr y babear”, cuando Lukaku regrese, pues el jugador debe recuperar el afecto con “humildad y sudor”.
Pero este grupo de fans hizo caso omiso e incluso acosó el auto en el que llegó de atacante de la selección belga ne la mañana de Italia.
“Estoy muy feliz de estar de regreso”, dijo Lukaku en su vuelta, un año después de haber partido al Chelsea por 97,5 millones de libras.
El comunicado de la Curva Nord:
“Curva Nord apoya al Inter y no hará ninguna objeción al jugador (a pesar del comportamiento del verano pasado). Ante esto nadie debe ir a recibirlo con bufandas o pancartas de la Curva o de los grupos que la componen. Todo lo que eventualmente se haga por él en el futuro se lo tendrá que ganar en la cancha con humildad y sudor…
Fue apoyado (y tratado) como un rey, ahora es uno como muchos otros.
Invitamos a todos los hinchas del Inter a no caer en la trampa, la de correr inmediatamente y babear detrás de él.
Además de un claro aspecto emocional instintivo, fingir que no ha pasado nada solo aceleraría más ese proceso que lleva años encaminado a convertirnos a todos en consumidores estúpidos y supinos”.