Fue el 4 de abril cuando las jugadoras de Santiago Wanderers, mediante un comunicado, anunciaron que suspendían los entrenamientos y hacían un llamado a paro indefinido por una serie de irregularidades que estarían viviendo como plantel femenino. El club las desmintió rápidamente e hizo un llamado a deponer la huelga.
Y esta semana, esos 15 días de protestas de las jugadoras porteñas llegaron a su fin, ya que este lunes el plantel retomó las prácticas, luego de llegar a acuerdos con la dirigencia wanderina, en los que comprometieron una agenda de siete puntos con el fin de apoyar al plantel, que jugará en el Ascenso Femenino este año.
Uno de las resoluciones acordadas porllegó Santiago Wanderers con sus jugadoras tiene relación con las condiciones de entrenamientos: el club mejorará la cantidad y la calidad de la indumentaria deportiva que recibe el plantel, además dará una muda de recambio, y cambiarán la iluminación del complejo Mantagua.
Además, el club tramitará un camarín exclusivo para el primer equipo femeninoen el centro deportivo, ya que su intención es volverprofesional la rama lo antes posible. Para eso también buscarán ayudante técnico para el primer equipo y entrenadores para las Sub 19 y Sub 16; las mayores ya están jugando, las menores aún no.
Pero eso no es todo, ya que uno de los puntos más polémicos fue el compromiso de Wanderers a entregar buses de acercamiento para el complejo Mantagua, a cambio de que las futbolistassu porcentaje de grasa en las evaluaciones físicas. El término del paro, debido a esta exigencia, se aprobó solo por tres votos de diferencia.
De momento, las porteñas no tienen fecha definida de regreso a las canchas, ya que la ANFP no ha programado el comienzo del Ascenso Femenino 2022. Sin embargo, todo apunta a que esta categoría regresará durante el mes de mayo y, al igual que el año pasado, estará dividida en zonas regionales.