Elena Tito nació en Río Grande en San Pedro de Atacama. Aprendió el arte de la alfarería gracias a su abuela que era maestra de esta técnica. Este tipo de artesanía, tiene una data de los años 3.000 a.C y ha sido traspasado a lo largo de los años como un legado generacional y como símbolo de la cultura atacameña.

El trabajo de Elena Tito fue fundamental para recoger y mantener esta cultura tradicional, que se basa en piezas creadas a partir de la greda y que históricamente han sido utilizadas para ritos ceremoniales para buscar plasmar la cosmovisión indígena. Su valor más allá del trabajo de alfarería, también se centra en el proceso de recolección del barro para fabricar estas piezas. Es aquí donde se despliega un trabajo riguroso para elegir el material, pero, a la vez, un rito ceremonial en el que la maestra alfarera realizaba una ceremonia simbólica y de conexión espiritual para agradecer y solicitar a la tierra el barro.

Piezas creadas por Elena Tito | Foto: Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio

Piezas creadas por Elena Tito | Foto: Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio

Elena no sólo mantuvo este saber, sino que lo traspasó a los habitantes de la zona a través de talleres, encuentros culturales y ferias. En 2015 la maestra alfarera fue reconocida como Tesoro Humano Vivo por desarrollar la alfarería tradicional atacameña, tanto por su técnica y estética, como por mantener un legado ancestral y generacional propio de la zona norte del país. Falleció este año 2022, y es su hija quien continua con el oficio y su legado.