El hincha de Colo Colo que aguardaba con ilusión la llegada del mercado de fichajes ha tenido que esperar sentadito. Este sábado se cumplirán dos semanas del triste final del último Campeonato Nacional, y en el estadio Monumental ha pasado bien poco.

Los seguidores del Cacique apuntan contra el gerente deportivo, José Daniel Morón, por la tardanza de los procesos. Pero se trata de una situación que ya se había dado en el pasado, como lo reconoció en su minuto el antecesor de Morón, Marcelo Espina.

"El teléfono explotaba, había que acelerar un montón de cosas y no todo depende de uno, si no que también del club, del representante, del jugador. Era estresante porque no se podían hacer cosas. Esos períodos de mercado eran heavy en cuanto a tensión", explicaba en marzo.

Lo mismo decía el ex entrenador albo Gualberto Jara. "Es una constante en Colo Colo, siempre se demoran en todo, para contratar jugadores, toma de decisiones y eso va a seguir así seguramente", reflexionó cuando se discutía la renovación de Gustavo Quinteros.

Los entendidos en la materia aseguran que la culpa la tiene "la burocracia" de Blanco y Negro, el filtro por el que tienen que pasar todas las decisiones futbolísticas y económicas, y que lleva a que cada negociación se estire por sobre lo conveniente.

Su origen está en 2017, cuando Aníbal Mosa tomaba todas las decisiones con la sola consulta al entrenador Pablo Guede, y el bloque que encabeza Leonidas Vial pidió que el directorio vise cada arreglo en el mercado, moción a la que se plegó el Club Social.

El por qué de la demora en Colo Colo
 

Por esta razón, el encargado de una negociación en Colo Colo debe consultar las condiciones no sólo con la contraparte, si no que además con los miembros de la mesa. Morón tiene autonomía para presentar nombres, pero la última palabra es del directorio.

En términos simples. Morón consulta por las condiciones del jugador, las lleva al directorio, el directorio puede pedir una rebaja, Morón vuelve a hablar con el futbolista antes de asistir nuevamente al directorio para el visto bueno. Y así pueden pasar semanas.

 

 

Es lo que ha acontecido en los últimos días, donde se mantienen abiertos varios procesos de renovación de contratos, como los de Leonardo Gil y Pablo Solari, a la par de la búsqueda de los refuerzos solicitados por Gustavo Quinteros: un defensa, un volante mixto y un extremo.

Las novedades han aparecido a cuentagotas en Macul, y la receta para Morón y Quinteros es que tengan paciencia antes de concretar cualquier operación. Aunque los rivales se vayan adelantando y la nueva temporada este cada vez más cerca de su comienzo.